¿Qué tornillo deberías usar al hacer ensambles tradicionales de madera?
Al trabajar con madera, ya sea para fabricar muebles, estructuras u objetos de pequeñas dimensiones, son muchas las técnicas y los materiales que se pueden usar para unir con éxito dos o más piezas. Sin embargo, en este post nos concentraremos en cubrir todos los aspectos relacionados con el método más económico y simple de todos; es decir, usando tornillos.
Los tornillos, conocidas piezas metálicas con una raya o una cruz en la cabeza y una sección larga en forma de espiral, son elementos esenciales de la carpintería. Hacen equipo con los clavos y las grapas, y todos juntos pertenecen a una gran familia de componentes útiles para ensamblar y desmontar piezas de madera.
Si no deseas aplicar cola blanca, los tornillos te permitirán armar tableros y ensamblar listones o tablas. Pero en caso de que si la uses, estos elementos también llamados tirafondos y fabricados en tornos para metal, te serán de gran ayuda para reforzar las uniones. Para colocar un tornillo se usa una pieza llamada atornillador, aunque en otros países se la conoce como destornillador.
¿Con qué material se hacen los tornillos para madera?

El material más usado para fabricar tornillos para madera es el acero al carbono. Esta es una aleación constituida principalmente por hierro y, en un pequeño porcentaje, por otros elementos químicos que mejoran su dureza como boro, cromo y níquel. En menor medida, también se hacen de acero inoxidable, lo que los lleva a ser más resistentes a la oxidación, pero también más caros.
Dependiendo del metal protector usado para proteger al tornillo de acero al carbono contra la corrosión, el proceso de denomina zincado (zinc), cromado (cromo), fosfatado (fosfato, un compuesto del fósforo) o niquelado (níquel). En el pasado, estas piezas eran de hierro puro y se degradaban de tal manera, por causa de la humedad y el tiempo de uso, que casi siempre se rompían al intentar sacarlos.
Esto también era provocado por causa de la ranura más usada para hacer la cabeza de los tornillos, la plana. En la actualidad, aunque se usen en ambientes exteriores, tales elementos suelen tolerar bien la oxidación; y, el diseño de estrella o el hexagonal facilita la extracción. El primero, que consiste en hacerles ranuras cruzadas al tornillo, fue diseñado para colocar o quitar con atornilladores eléctricos.
¿Cómo funcionan los tornillos para madera?

La cabeza del tornillo tiene como objetivo facilitar los procesos de atornillar y desatornillar; por esto, se le hace una ranura. También se le moldea para que tenga una forma geométrica, capaz de resistir la torsión aplicada con una llave fija; tales esquemas pueden ser hexagonales o cuadrados.
En el caso de la madera, en el otro extremo, la punta del tornillo es aguda y afilada para que pueda entrar fácilmente a la pieza. Esto se logra al aplicar suficiente presión a la cabeza, unida a una correspondiente fuerza de torsión; así, la hélice del vástago logra engancharse en el material.
Razones para elegir los tornillos de las dimensiones dadas
Para responder a la pregunta relativa a los tornillos, de cuál es la medida más conveniente; debes tener en cuenta el grueso de las piezas de maderas que quieres unir. No obstante, en términos generales:
Ancho de la madera | Largo del tornillo |
9 mm | 30 mm |
12 a 15 mm | 40 mm |
19 mm | 50 mm |
Aunque en el mercado existe más variedad en los grosores de las maderas y en las longitudes de los tornillos; probablemente, con la información de esta tabla logres cubrir la mayoría de los casos que se te puedan presentar. Lo interesante es que los datos te serán útiles, con independencia del material de trabajo: pino u otro árbol maderable, MDF un agregado diferente, contrachapado, melamina, etc.
El punto es que, si usas un tornillo muy corto de lo recomendable, el aseguramiento entre las dos piezas no será bueno y, por tanto, será más fácil que se separen sin desearlo. En contraste, un elemento más largo te proporcionará mayor seguridad, pero esto incrementará los costes. Así que, como de costumbre, hay que hacer un balance entre calidad y precio; en cuyo caso, la tabla anterior resume los resultados óptimos.
Para terminar, ¿qué es mejor colocar un clavo o un tornillo? Los primeros entran con mayor facilidad y son más baratos; pero, los segundos son más resistentes, proporcionan un mejor ensamblaje y un acabado más atractivo. Además, son más fáciles de sacar. El caso es que, en la mayoría de los trabajos de carpintería, necesitarás tener suficientes cantidades de ambos.